¿En qué consiste el Tercer Nivel de Reiki?


Con el tercer nivel de Reiki, conocido como el Maestría interior, ya casi eres Maestro de Reiki. El nivel III es el mayor "salto" entre niveles que existe, ya que aumenta el nivel vibratorio del practicante de forma notable, es decir, el canal energético se abre al 100% y, por consiguiente, aumenta considerablemente la capacidad de canalizar la energía.

Existe bastante controversia entre las escuelas Tradicional y la Modernaen cuanto a quién tiene los méritos suficientes para realizar el Tercer Grado.

Durante algún tiempo, en la época de la Sra. Takata y después de su fallecimiento, se creía que sólo un gran Maestro podía iniciar en el tercer nivel de Reiki. Sus discípulos, aun habiendo recibido el tercer nivel, sólo impartían los grados primero y segundo. De hecho, la propia Hawayo Takata, sólo inició a veintidós personas en el tercer nivel de Reiki. En cuanto a la Maestría, ésta era ofrecida por un maestro cualificado al alumno; el alumno nunca la solicitaba.

Actualmente, esa exclusividad ha desaparecido y se ha puesto el Reiki al alcance de todo aquel que solicite realizar el Tercer nivel aunque sí es necesario que el alumno haya practicado consigo mismo y con pacientes lo suficiente y entienda la verdadera esencia del Reiki.

La esencia del Reiki, como cualquier otra técnica espiritual, es la de liberarnos de toda perturbación (ego, odio, ira, apegos, miedos,…) y alcanzar la paz interior; y, una vez lo hayamos logrado, ayudar a los demás a que también la alcancen.

Empezaremos a sanar a nivel "espiritual" o lo más profundo de nuestro ser. Nos ayudará a entender el verdadero significado del Reiki, cómo trabaja con nuestro "yo interior" y cómo nos ayuda a entrar en contacto con ese "yo interior" para llevar a cabo una sanación profunda tanto en uno mismo como en los demás.

Tendremos acceso a los niveles espirituales y kármicos de la sanación a través del uso del 4º símbolo. La meta del cuso es preparar a los participantes para trabajar con mayor grado de claridad en la canalización de la energía del Amor Incondicional.




Tras realizar el Tercer Nivel, siempre y cuando practiquemos, practiquemos y practiquemos…. podremos conectar con los bloqueos energéticos que pueden afectar al bienestar de la persona y extirparlos. Estas energías pueden estar interfiriendo en el proceso de sanación o incluso ser la verdadera causa del desequilibrio de la persona; ningún proceso de sanación podrá llegar a su término sin liberar estas energías.

Aprenderemos, por tanto, a trabajar en todos los aspectos del Ser, para atender de forma holística a las personas en nuestras sesiones, lo que nos capacita para realizarlas a nivel profesional.

En resumen, el objetivo de Reiki III es la purificación de uno mismo, gracias al símbolo Maestro y el aumento del nivel espiritual (nivel de vibraciones). Es muy importante que nuestra energía se vuelva más sutil, que aumenten nuestras vibraciones. Para que aumente la frecuencia de vibraciones y nuestra energía sea más pura y sutil (como la energía amor), no es suficiente con hacer ejercicios sino que debemos trabajar para liberar nuestra mente de toda perturbación (apegos, ego elevado, odio, envidia, ira, etc.), purificar nuestros pensamientos, palabras y actos; el símbolo maestro nos será de gran ayuda para lograr esta meta. ¡Estarás en pleno camino hacia la iluminación!

De la Medicación a la Meditación - Osho



El sanador no es realmente un sanador porque él no es el que actúa. La sanación sucede a través suyo; él solamente tiene que desaparecer. En realidad, ser un sanador significa no ser. Cuanto menos eres, mejor es la sanación. Cuanto más eres, más bloqueado está el vehículo. Dios, o la totalidad, o como prefieras llamarlo es el sanador: el sanador es el todo...

Una persona enferma es aquella que ha desarrollado bloqueos entre ella misma y el todo, y por eso hay algo que está desconecta­do. La función del sanador es volverla a conectar. Pero cuando digo que la función del sanador es volverla a conectar no me refiero a que es el sanador quien tiene que hacer algo. El sanador es sólo un vehículo. Quien hace es Dios, el todo.

La medicina no es una profesión ordinaria. No es solamente una tecnología, porque trata con el ser humano. No estás reparando mecanismos, no es sólo una cuestión de «saber cómo», es cuestión de un profundo amor...

Estás jugando con seres humanos y con sus vidas, y eso es un fenómeno complejo.


Algunas veces se pueden cometer errores y esos errores pueden ser fatales. Así que practícala sumido en pro­funda oración. Acércate con humanidad, con humildad, con sim­plicidad.

Las personas que abordan la medicina como si fuera una inge­niería no son adecuadas para ser doctores o médicos; son personas inadecuadas para la medicina. Quienes no sean ambivalentes son inadecuados.

Se comportan con un ser humano como un mecánico ante un automóvil. No sienten la presencia espiritual del paciente; no tratan a la persona, tratan los síntomas.

Por supuesto, pueden ser muy precisas; un técnico es siempre preciso.

Pero cuando estás trabajando con seres humanos no puedes ser tan preciso, es natural tener dudas. Uno se lo piensa dos, tres veces antes de hacer algo, porque una vida está en juego: una vida que es preciosa, una vida que no podemos producir, una vida que cuando se va se va para siempre. Y es que el individuo es irremplazable, es único, es alguien que nunca antes existió, alguien que nunca vol­verá a existir. Estás jugando con fuego; es natural dudar. ¡Acércate a él! Acércate con humildad. Siente una profunda reverencia por el paciente. Y mientras lo estás tratando, conviértete en un vehículo de la energía divina.

No seas un doctor, sé sencillamente un vehí­culo para la energía divina sanadora, tan sólo un instrumento. Siente una profunda reverencia por el paciente, no lo trates como un objeto. Deja que la energía divina fluya a través de ti y alcance al paciente. El paciente está enfermo; no puede conectar con lo divino. Se ha separado. Ha olvidado el lenguaje de cómo sanarse a sí mismo. Está desesperado. No puedes culparle; se encuentra des­valido.

Alguien que esté sano puede ser de una gran ayuda si se trans­forma en un vehículo. Y si esa persona sana es además un hombre de conocimiento será un instrumento todavía más importante, por­que la energía divina sólo puede darte señales muy sutiles, señales que tienes descodificar. Si sabes medicina podrás descodificarlas muy fácilmente. Entonces no estarás haciendo nada al paciente, es la divinidad la que hace. Tú te haces accesible a Dios y pones a su disposición todos tus conocimientos. Es la energía divina conjunta­mente con tus conocimientos lo que ayuda. Y nunca es perjudicial. El que puede ser perjudicial eres tú. Así que suelta el yo, deja que esté Dios. Adéntrate en la medicina, adéntrate en la meditación.

Todo el mundo puede llegar a ser un sanador. La sanación es como la respiración: es natural.

Alguien está enfermo: signifi­ca que ha perdido su capacidad de sanarse a sí mismo. Ha perdido el contacto con su propia fuente de salud. La función del sanador es ayudarle a reunirse de nuevo con ella. Esa fuente es la misma en la que se sumerge el sanador, pero la persona enferma ha olvidado su lenguaje. El sanador está conectado con el todo, por eso puede con­vertirse en un vehículo. El sanador toca el cuerpo de una persona enferma y se convierte en un enlace entre el paciente y la fuente. El paciente está desconectado de la fuente y de este modo se conecta indirectamente.

Cuando la energía empieza a fluir, el paciente se sana.

Y si el sanador es en verdad una persona de conocimiento... porque puedes ser un sanador y no entenderlo. "Hay muchos sana­dores que sanan pero que no saben cómo sucede: desconocen el proceso. Si tú, además, entiendes el proceso, puedes ayudar al paciente a sanarse y además puedes ayudarle a que perciba la fuen­te de donde procede la sanación. De esta forma, el paciente no sola­mente es sanado sino que le previenes de futuras enfermedades.

Entonces la sanación es perfecta. No es solamente curativa, es tam­bién preventiva.

Entonces la sanación se convierte casi en una experiencia de oración, en una experiencia de Dios, del amor, del todo.

Osho- De la Medicación a la Meditación Págs.48,49

10 razones para aprender Reiki



10 razones para aprender Reiki



Existen miles de razones por la que practicar esta maravillosa técnica de sanación, el Reiki; he aquí 10 de ellas:

      1.       Reiki es una técnica de sanación muy sencilla que puede aprender todo el mundo Reiki no requiere ningún trabajo mental, ni tener que vaciar la mente de pensamientos (como en la meditación), ni saber de anatomía, ni de psicología o enfermedades…; fíjate que incluso te lo puedes aplicar viendo la tele (¡aunque no es lo suyo!). Seas secretaria, deportista, directivo, maestro, personal de limpieza, etc, etc…   tengas la edad que tengas, todo el mundo lo puede practicar y aprender, aunque en tu vida hayas oído hablar de energías ni hayas practicado ninguna terapia alternativa.

2.      ¡Reinvéntate!  ¿quieres cambiar el rumbo de tu profesión?  Desde el primer nivel, si sientes que estás preparado, puedes hacer terapias de Reiki y si quieres avanzar más, puedes llegar a ser incluso maestro.   Reiki te ayuda a tomar las riendas de tu vida, te dará la serenidad para ver la vida desde otro punto de vista.  Serás realmente quien quieras ser.

3.  Si ya eres terapeuta de otras especialidades (Reflexología, quiromasaje, Shiatsu, naturópata, ayurveda, etc…), Reiki puede ser un complemento para tus terapias.

4.      Es muy fácil de aplicar: puedes hacerte un auto-tratamiento, aplicárselo a los demás no hace falta que montes una consulta, puedes dar Reiki en cualquier sitio: en el campo, en la oficina, en casa de un amigo… ¡sólo necesitas tus manos!

5.   Tiene infinitos beneficios.  Nos ayuda a nivel físico (dolores, lesiones, sobrepeso,)  mental y emocional (adiciones a sustancias y personas, ansiedad, insomnio, mejorar relaciones humanas, lograr tus metas,…); espiritual (paz interior, armonía con el universo

6.      Reiki es para toda la vida: una vez que te has iniciado en cualquier nivel, Reiki es para toda la vida y no tendrás que volverte a iniciar en caso de que lleves muchos años sin practicarlo.  Sin embargo, cuanto más practiques, más se te abrirá el canal energético y canalizarás un mayor flujo de energía. 

7.      Reiki está reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en la actualidad muchos médicos y personal sanitario de España también lo practican o por lo menos dejan a los voluntarios aplicarlo a los pacientes ya que el Reiki potencia los beneficios de los tratamientos y suaviza los efectos secundarios de los medicamentos.

8.      Reiki ayuda a sanar pero, lo más importante es que ayuda a prevenir. Reiki actúa desbloqueando la energía mal  gestionada (preocupaciones, sufrimiento, enfados, apegos….) que puede generar enfermedades.  Al eliminar los bloqueos y alcanzar la paz interior, nuestro organismo se fortalece pudiendo prevenir enfermedades.

9.    Reiki estimula tu poder autosanador proporcionándote las   "herramientas" o el "poder" para solucionar tus problemas por ti mismo.  Reiki actúa de dos maneras: puede trabajar directamente sobre ese problema, o cambiar tu forma de verlo.  Quiero recalcar que Reiki no sustituye a ningún tratamiento que el médico convencional o psicólogo te hayan indicado, sino que ayuda a dichos tratamientos.

10.   Tu vida cambia a mejor.  Alcanzarás la paz interior, llenarás tu vida de alegría y serás feliz a pesar de los obstáculos que la vida te vaya poniendo, pero los verás como un aprendizaje, no como un castigo. 

Susana García
Maestra y terapeuta de Reki,
Miembro 4471 de la Federación Española de Reiki

Reiki en el Hospital


Afortunadamente hace tiempo que el Reiki dejó de ser una especie de práctica esotérica, que sólo practicaba cierto grupo de gente "rara" pero en la actualidad cada vez lo practica más gente ¡incluso médicos y enfermeras!!!!

Reiki ya está tan extendido que hace tiempo que se practica en los hospitales (12 de Octubre, Ramón y Cajal...).  Por mis cursos han pasado personal de enfermería, auxiliares y hasta algún médico que otro.  En Madrid hay varios grupos de voluntarios que van a dar Reiki a los hospitales y los médicos aunque ellos no practiquen Reiki, por lo menos dejan que el paciente lo reciba.

También he tenido el testimonio de alumnos que recibieron Reiki cuando se encontraban enfermos en el hospital y, como agradecimiento por lo bien que les sentó, decidieron aprender Reiki para devolver el favor al universo.

A continución verás un reportaje de Telemadrid sobre el Reiki en el hospital:



4 Consejos para elegir el Maestro de Reiki adecuado


Mikao usuiCuando yo empecé a aprender y practicar Reiki, en Madrid había pocos maestros y lo tuve fácil a la hora de elegir uno, pero ahora somos cientos los maestros que impartimos diferentes cursos, con diferentes nombres de Reiki (Usui, Egipcio, Karuna...) y seguro que te preguntarás cuál es el más adecuado para ti.
A continuación, te doy 4 consejos que espero que te ayuden a la hora de dar con el Maestro de Reiki adecuado.

Consejo nº 1: ¡Confía en tu intuición!

Si ya estás buscando habrás visto que hay (afortunadamente) miles de Maestr@s de Reiki, de todos los colores, desde el más caro hasta el más barato, o el que vive más cerca de tu casa, el que tiene el centro más zen de tu ciudad o el que lo practica en el salón de su casa. Te recomiendo que hables con ell@s y sientas las vibraciones que te transmiten. Pregúntate ¿me gusta esa persona? ¿hay química? ¿me da confianza?

Consejo nº 2: No todos los cursos que se ofrecen son iguales.

Siguiendo con el refranero: “cada maestrillo tiene su librillo”. Como he dicho en numerosas ocasiones, la teoría del Reiki es muy fácil y se aprende en unas pocas horas. Pero la práctica de Reiki es de por vida ya que la esencia del Reiki es ser feliz y alcanzar la paz interior y, una vez que la alcanzamos, ayudar a los demás a conseguirlo.
Lo importante es la calidad y no la cantidad. Tal como te sugiero arriba, habla con el/la maestr@, estudia su programa y mira qué te transmite. No pienses que porque un curso sea de muchas horas será mejor; hay gente que rellena las horas con técnicas que no son Reiki para justificar las cantidades astronómicas que cobran (afortunadamente cada vez son menos).
Asegúrate que luego el/la Maestr@ te hace seguimiento, que siempre está disponible para consultarle consultar dudas, que organiza reuniones para practicar.

Consejo nº 3: ¡Ojo con los falsos gurús!!!!!!!

Cuidado con los que te dicen “los maestros me dicen que no estás preparado todavía”, “los de arriba te ven muy mal…”, ¡uy, cómo tienes la cabeza, estás fataaaaal!! “te veo muy bajo de energía”… ¡Huye de esa gente! Esos “gurús” necesitan alimentar su ego con adeptos que les admiren, haciendo creer que tienen “super-poderes” y también quieren gente dependiente que para cualquier paso que den les tengan que consultar.
Una persona muy evolucionada, no tiene que demostrar nada, ni apoyarse en supuestos mensajes de guías o ángeles para demostrar su sabiduría y paz interior; con su simple presencia, sin decir nada, te sentirás en paz.

Consejo nº 4:

POR FAVOR no hagas un curso on-line de Reiki ni te compres un libro, CD o similar y lo intentes aprender tú ya que necesitas un Maestro de Reiki que te inicie y conecte con la energía Reiki. Yo he hecho miles de cursos on-line a distancia y son muy buenos (inglés, power point…), pero los de Reiki no.


Y por último:
En resumen, confía en tu intuición y acude a un Maestro de Reiki que te dé confianza, aquel que sientas que es el más adecuado para ti.
Al igual que nos ha pasado a todos o casi todos los que practicamos Reiki, hemos encontrado al Maestro adecuado en el lugar y momento adecuados; como se dice “cuando el alumno está preparado aparece el Maestro” o también “¡cuando el maestro está preparado, aparecen los alumnos!!!!
Susana García
Maestra de la Federación Española de Reiki (4471)